Seis de la manana, suena el despertador, por fin abandonamos Katmandu, tras siete horas de viaje en un autobus llegamos a Pokhara, un lugar idilico situado alrededor de un enorme lago y rodeado de los Himalayas. Encontramos un hotelito a las orillas del lago, el View Point Lodge, y alli nos instalamos.
La ciudad nos recibe con la celebracion del Deepawali, una fiesta religiosa, similar a las navidades nuestras, que dura varios dias, las hermanas regalan a los hermanos y viceversa. Ademas la calle esta llena de gente bailando, en cada esquina hay un grupo, unos bailan estilo hip hop a lo Bollywood, otros bailes mas tradicionales. Angel se integra total en la fiesta y acaba haciendo unos solos de bateria que sorprende tanto a los locales como a mi.
Aki en Pokhara se puede hacer de todo ( o casi de todo), parapente, bicicleta de montana, vuelo en ultraligero, rafting, Kayaking, trekking y lo mas original, dar un paseo en barquita remando en las tranquilas aguas del Phew Tal. El poco espiritu de riesgo de Monica hizo que nos decantaramos por esta ultima y acabaramos remando el lago de lado a lado, eso si disfrutamos como enanos.
Angel me abandona y se adentra en el Rio Sagrado el Kali Gandaki, tres dias de aventura bajando las bravas y gelidas aguas del Rio, vuelve encantado, eso si con un resfriado que nos tiene aqui atrapados. La expedicion la compone un grupo de lo mas internacional, desde japoneses hasta unos de Vitoria. El rafting dura tres dias, y dos noches, durmiendo en las idilicas playas de arena blanca a la orilla del sagrado rio, que nada tienen que envidiar a las playas del Caribe, rodeados de exhuberante vegetacion, viendo por el camino familias de monos, langures y algun que otro muerto flotando por el agua, todo es Sagrado en Nepal.